Mientras
exista la necesidad de comunicar, existirá siempre la necesidad de buscar la
mejor manera de hacerlo, la más convincente, seductora e inolvidable.
Quienes
trabajan en el medio de la publicidad y mercadeo, estarán siempre en la búsqueda
de herramientas y medios alternativos que ayuden a resolver las necesidades de
comunicación de sus marcas, productos y servicios de forma efectiva, y hablo de
efectiva, en el sentido de ser el número uno en la mente del consumidor y estar
de primeros en el momento de la decisión de compra.
Buscando
ser el número uno en la mente de los consumidores, el entretenimiento se ha
convertido en esa poderosa herramienta para comunicar conceptos dentro de las
diferentes actividades publicitarias: lanzamientos, eventos, patrocinios,
convenciones y activaciones. Como forma de diversión, el entretenimiento tiene
componentes muy fuertes que cautivan y fascinan al espectador, sacándolo de su
realidad por un instante y ofreciendo a cambio una sensación de bienestar,
placer inmenso y un espacio de recordación en la mente.
Le
hago esta pregunta: ¿Se le ha erizado la piel en un concierto al ver a su
artista y oír su canción favorita? Entonces sabe de lo que estamos hablando…
El
entretenimiento también tiene la cualidad de ofrecer formas mas rápidas y
eficientes de aprender o recibir información, cualidades que le han permitido
convertirse en ese elemento clave e imprescindible para quienes trabajan en
producción de eventos. Tomar el entretenimiento como una forma de comunicación
corporativa, es como una fórmula perfecta, pues tenemos, por un lado, el
ingrediente que nos ayuda a capturar la atención de una manera positiva, mágica
y fascinante, y por el otro, estamos transmitiendo una información de marca que
se grabará en la mente placenteramente, es decir, de una manera efectiva.
Es así,
como un espectáculo corporativo se vuelve parte importante e
indispensable en un evento, ya que es la oportunidad que se tiene para conectar
su marca con el publico, es el toque coqueto que da la diferencia y la
oportunidad de crear una experiencia de marca única.
Un
show de marca debe ser creado y producido de igual manera o aun, con más
organización, cuidado y dedicación que un evento en general. De la misma manera
como se cuidan todos los detalles presentes en la producción de un gran evento,
desde el recibimiento hasta el cierre, se deben cuidar cada uno de los detalles
que intervienen en la producción de un show o puesta en escena.
Normalmente
el proceso inicia con un “brief” que será la guía para desarrollar la
estrategia de comunicación y el concepto; entrará a jugar un papel muy
importante la creatividad; se definirá como comunicar de una manera novedosa
este concepto trazado, debe transmitir la esencia de marca o producto, se debe
cuidar la estética, escoger minuciosamente la música, pensar en la dirección y
la intención, el diseño de vestuario y maquillaje, la tranquilidad y seguridad
de los artistas, los ensayos y la perfección, la tecnología que lo apoyará; y
paralelamente y de igual importancia, se debe romper con lo convencional,
sorprender al público, presentar la realidad de una manera como nunca se lo
hubieran esperado; debe inspirar, invitar a soñar, abrir posibilidades,
despertar la imaginación, alegrar el espíritu y seducir los sentidos.
La
manera de hacer entretenimiento corporativo es ilimitada aunque depende en gran
parte de los lineamientos de la marca: lo
que se quiere transmitir, la creatividad, el público al que se dirige y el
presupuesto. No existe una clave de éxito que ayude a escoger cual es el
mejor show a tener en su evento; esta decisión no es fácil y no se puede tomar
a la ligera, depende de muchos factores, pues cada marca es diferente, con
necesidades de comunicación específicas. Es decir que un show por novedoso o
reconocido que sea, no necesariamente represente esa clave de éxito, como puede
funcionar para algunas ocasiones, puede no hacerlo para otras.
Dentro
de los formatos más comunes utilizados como espectáculo corporativo encontramos
el show central o show de impacto, “performances” y “happenings”, o momento de
marca, y para estos, se recurre al teatro e improvisación, al arte, la danza,
la moda, la música, el circo, el humor, el juego, la magia, el deporte y la
tecnología, la fusión entre ellos, los que falta por crear o
descubrir y los que se me pasan.
El
entretenimiento corporativo puede tener como propósito el divertir o el
comunicar información de marca. En el primero tenemos los espectáculos o shows
artísticos que entran dentro de un evento, los cuales no transmiten información,
su intención será entretener, ser un regalo para los asistentes, o cerrar con
broche de oro; se valen de un personaje reconocido, un modelo a seguir, una
tendencia actual, por ejemplo o un grupo musical de moda y generalmente,
está presentación va acompañada por la imagen o mención de marca.
En el
segundo tenemos los shows corporativos, que
son una huella digital, manejan contenido, transmiten conceptos, dan valor
agregado, requieren una preparación y producción especial, serán únicos e
irrepetibles, van en línea con la imagen y están impregnados de esencia,
una verdadera experiencia de marca.
Importantísimo
tratar de minimizar la posibilidad de errores, nunca asumir, siempre verificar, tener un guión claro y un
plan B, y sin falta alguna, ensayar el show en el lugar del evento con los
elementos que estarán presentes en escena, lo más cercano posible a la
presentación final. Lo que no se ensaya se olvida o no existe, además los
ensayos permiten corregir a tiempo cualquier inconveniente que surja o darse
cuenta cuando algo no funciona En un espectáculo, por ser una
presentación en vivo pueden presentarse diversos factores que incidirán en el éxito
o el error. Se debe tener siempre presente que cualquier cosa puede pasar y para
estar preparados debemos tener el control de todo lo que puede influir en su
presentación.
En un
espectáculo corporativo se tiene solo una oportunidad de hacerlo bien, no hay
una segunda toma y todo debe salir según el guión, lo planeado y ensayado.
Esto, es esa clave de éxito que todos buscamos cuando hacemos parte de la
producción de un evento o actividad publicitaria.
Catalina
Wiesner Pombo